Elliot Thomas

Elliot Thomas




~Básico~


Nombre completo: Elliot Nell Thomas

Apodos/Motes: Nelly. Su madre acostumbraba a llamarla así cuando era pequeña y como ella se lo permitía, terminó siendo un apodo cariñoso entre ambas. Pocos conocen el segundo nombre de Elliot, por lo que, aún menos personas conocen ese diminutivo cariñoso entre su madre y ella.

Padres: Egbert Thomas y Crisbell Thomas, ambos humanos.

Fecha de nacimiento: 20/11/94

Raza: Humana

Edad: 16

Orientación sexual: Heterosexual

Oficio/ocupación: Redactora

Curso: Tercero

Nacionalidad: Canadiense



~¿Cómo es?~


Descripción física:

Spoiler:

Descripción psicológica: Al vivir sin más gente que sus padres durante su infancia, Elliot fue criada como si fuera un chico; pero con la llegada de la pubertad, el accidente de su padre y la mudanza a Toronto, dejó de comportarse como un niño para pasar a ser una chica con actitudes de chico -a pesar de todo éso, se siente mujer-. A causa de todo éso, se ha vuelto una persona algo callada en un sitio nuevo y que no conoce, pero gracias a su gran sentido de adaptación, pronto se relaja y se convierte en la chica abierta, sincera y brusca que es siempre. Tozuda por naturaleza, le gusta tener siempre la razón en todas las discusiones en las que se ve entrometida. Le gusta lo paranormal, a pesar de éso siempre intenta explicar las extrañas situaciones que vive de la manera más lógica y racional, aún así siempre suele ganar el pensamiento ilógico.

Por todo lo que ha pasado, se ha hecho una chica fuerte, la cual no dudará en salir en defensa de los más débiles -aunque no sospeche que ella misma pertenece a ese grupo-. Es una chica bastante inteligente, pero enseguida se le va la cabeza a otro mundo y pierde completamente la concentración -de ahí a que sus padres la inscribieran en judo, un deporte donde la analización del contrincante y la concentración lo es todo-. Es humilde en la mayoría de los casos -y siempre frente a sus amigos-, aunque no dudará en vencer a sus enemigos. Su boca, la cual nunca saber estar cerrada, le suele meter en muchas peleas -sobretodo con los alumnos prototipo-, por lo tanto ningún alumno debe extrañarse si la ve en los pasillos enfrentándose con alguno de ellos. Demasiado orgullosa con sus enemigos, pero paciente con sus amigos, Elliot no dudará en perdonar algún daño que le pueda hacer un amigo -aunque siempre depende de la puñalada-. Aventurera por la naturaleza, siempre la encontrarás en los lugares más inhóspitos del internado, quizá inspirándose para algún reportaje o simplemente explorando Medianoche. Además es una chica que suele sentirse más cómoda alrededor de chicos que entre chicas.

En conclusión, es una chica que lucha por sus ideales la cual es bastante difícil de convencer.

Gestos: Cuando está nerviosa o está a punto de decir una verdad muy gorda, suele rascarse la oreja en la cual lleva el pendiente. Suspira demasiado cuando se encuentra cansada y tiene un tic en la ceja izquierda cuando miente -aunque en éso poca gente se fija-.

Manías: Odia llevar el pelo largo, debido a su estancia en el internado, tiende a cortárselo ella misma en los aseos de chicas una vez al mes. Es muy posesiva con sus pertenencias, y no le gusta compartirlas mucho -aún así, a un amigo de verdad no dudará en dejárselo si lo necesita de verdad-. En las comidas suele comerse primero lo que menos le gusta, dejando para el final lo que más.

Gustos: En cuestión de deportes, ama el judo -es cinturón negro- y el baloncesto -antes jugaba en el equipo de su anterior instituto-. Otras de sus aficiones son la lectura -le fascina la literatura europea, sobretodo la etapa naturalista-, y la exploración de rincones inhóspitos; le gusta por ende la aventura y sobretodo, viajar. Adora la ecología y por lo tanto, aprecia el cuidado de los lugares naturales. Después del accidente de sus padres y la mudanza a una ciudad tan grande como Toronto, se hizo una experta en los ordenadores. Le gusta la música rock y la sinfónica. Comida y bebida favorita: pastel de manzana y zumo de naranja. Color favorito: violeta.

Odios: En cuestión de deportes, odia el fútbol, no llega a cogerle el mismo gusto que con el baloncesto. Otros de sus grandes odios es la pintura, ya que nunca llegó a ser igual de buena que su madre. Odia cualquier actividad que esté a la moda y que considere estúpida. No soporta actividades que se consideran femeninas -tales como coser, ir de tiendas...-.

Debilidades: Poco sentido del equilibrio en cuanto a baile, por ello siempre que escucha esa palabra, huye sin poder evitarlo. No podrá resistirse a un helado de chocolate bien grande -uno de los pocos lujos que se permite-. Debido a la práctica del judo, suele tener muy fácilmente lesiones en los hombros o en los tobillos. ¿Su punto débil? Simplemente que es una humana rodeada de vampiros.

Miedos/Fobias: Desde el accidente de su padre, recurren los sueños en los que sus padres están en peligro y para su sorpresa, ella no puede mover las piernas. Se agobia al estar en un espacio cerrado -no importa su tamaño- con mucha gente. En general, Elliot se considera una chica valiente, por lo que teme muy pocas cosas.

Defectos y virtudes:
+Amistad eterna.
+Tiene una imaginación muy abierta.
+Optimista.
+Sincera al extremo (nunca se puede callar lo que piensa de alguien).
-Cuando se enfada puede llegar a ser agresiva.
-Quiere tener siempre la razón.
-Mal despertar.
-Raros comportamientos.



~Pasado~


Historia: Su padre, Egbert Thomas, un canadiense de ascendencia irlandesa era un aventurero. Cuando acabó la carrera de Filosofía, se embarcó en su año sabático alrededor de toda Europa del Norte. En la nevada Noruega conoció a otra canadiense igual de aventurera que él. Su nombre era Crisbell Willson, hija de dos profesores, y al igual que él, también se había tomado un año sabático antes de acabar la carrera de Bellas Artes. Ambos se quedaron prendados el uno del otro, y tras años de noviazgo -y muchas aventuras- se casaron en Canadá y al año del matrimonio tuvieron a Elliot.

A pesar de tener a un bebé recién nacido, ellos continuaron con sus aventuras, por lo que Elliot pasó sus primeros dos años con su abuela paterna Nell Thomas. Cuando cumplió la edad apropiada para viajar con sus padres, comenzaron las aventuras para Elliot. Su hogar se encontraba a las afueras de Winnipeg, pero pocas veces frecuentaba su casa ya que sus padres y ella siempre se encontraban viajando. Daba lo mismo el lugar, lo importante eran las aventuras que vivían juntos. A causa de haber crecido durante toda su infancia alejada de otros niños como ella, Elliot fue forjando una extraña personalidad. Cuando no se encontraban viajando, estaban en Winnipeg, donde sus padres le daban clases en casa y a su vez iba a clases de judo.

Entonces, a los doce años ocurrió un accidente durante uno de sus viajes por lo Alpes. Estaban escalando uno de sus picos medios, cuando su padre no se aseguró bien y cayó desde una altura muy elevada. Para suerte de la pequeña familia, Egbert Thomas sobrevivió a tan peligrosa caída, pero le dejaron secuelas para toda la vida. El padre de Elliot quedó paralítico de cadera para abajo; ya nunca más podría vivir tan espectaculares aventuras. Fue un gran cambio para la familia, que de considerarse casi nómada, retomaron su vida normal en Winnipeg.

Después de unos meses en su hogar, a sus padres les ofrecieron trabajos como profesores en un instituto de Toronto. Aceptaron enseguida aquellas propuestas y se mudaron a aquella gran ciudad. Vivían en una casita pequeña y agradable, algo lejos de lo que era el centro de la ciudad. Y así comenzaron sus nuevas vidas. Allí, a pesar de estar inválido, Egbert podría dar clase como profesor de Filosofía y a su vez, su madre profesora de Arte. La vida para Elliot cambió por completo ya que se vio sumida demasiado deprisa en el mundo adolescente, aunque no fue demasiado dificultoso para ella hacer amigos y adaptarse allí. Poco a poco, fue haciendo amigos y fue convirtiéndose en una de las estrellas del equipo de baloncesto de su instituto.

Era una vida cómoda y feliz, aún así en la familia Thomas seguía estando esa incurable herida. Crisbell se volvió muy sobreprotectora con Elliot, sabía que ocurría algo con ella ya que desde el accidente de su padre dormía menos y frecuentaba a gritar antes de despertarse. Lo que ninguna de las dos se podía imaginar era que aquella pequeña casa pertenecía a un antiguo fantasma, el cual en su anterior vida había sufrido lo mismo que Egbert y de algún modo intentaba "suavizar" el dolor que sentía Elliot -es decir, acostumbrándole a él, pero lo único que hacía era que le temiera aún más-. Debido a que Elliot no cambiaba de actitud -no quería contarle a su madre lo de sus pesadillas-, Crisbell decidió internarla en Medianoche. Había recibido una carta de la directora del lugar, explicándole que las espléndidas notas de su hija podían ser mejoradas y que tenía una plaza reservada.

Tras muchas discusiones, Elliot accedió. Así que se vio con las maletas preparadas en un aeropuerto rumbo a Estados Unidos.
La joven Elliot ya lleva un año en Medianoche -entró en el segundo curso-, e intenta de alguna manera explicar de forma lógica los extraños sucesos que siempre la rodean. Este año ha decidido inscribirse como redactora en el Club de Periodismo como manera de informar a los demás alumnos sobre lo que ocurre en el internado. Como tantos otros Elliot tiene tanto amigos como enemigos.


¿Algo más?:
Asignaturas favoritas: biología y matemáticas.
Asignaturas que odia: música y arte.
Sabe hablar perfectamente inglés, francés y algo de español.
Marcado acento canadiense.
Es vegetariana.
Tiene varias cicatrices de cuando era pequeña y viajaba con sus padres.
Lleva en la muñeca izquierda una muñequera de cuero, regalo de su padre.
Es una chica de notables altos, sin embargo por lo que demuestra podría aspirar más alto si se concentrase más.
Tras graduarse, desea volver a Canadá para estudiar la carrera de Biotecnología.